En septiembre de 2015 se realizó en Nueva York la Cumbre y adopción de la “Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible” de la ONU, determinando que el avance en la consecución de los “Objetivos del Milenio 2000-2015” fue deficitario, haciendo un replanteamiento de retos para la Agenda 2015-2030, más amplio al anterior, quedando de la siguiente manera:

Hambre cero; salud y bienestar; educación de calidad; igualdad de género; agua limpia y saneamiento; “energía asequible y no contaminante”; trabajo decente y crecimiento económico; industria, innovación e infraestructura; “fin de la pobreza”; reducción de las desigualdades; ciudades y comunidades sostenibles; producción y consumo responsables; acción por el clima; vida submarina; vida de ecosistemas terrestres; paz, justicia e instituciones sólidas; alianzas para lograr los objetivos.

La aportación de la delegación mexicana en la cumbre de Nueva York, se centró en los siguientes rubros: Inclusión social y económica como eje rector de los 17 nuevos objetivos; incorporación de un concepto más amplio de pobreza, a partir de un enfoque multidimensional; igualdad de género y empoderamiento de las mujeres como factores del desarrollo; reconocimiento de los derechos de migrantes y su contribución positiva al desarrollo de los países de origen y destino; conservación de la biodiversidad y la adopción de compromisos nacionales para enfrentar el cambio climático “como instrumentos clave del desarrollo sostenible”; y, la promoción del estado de derecho y respeto de los derechos humanos como habilitadores del desarrollo.

El criterio multidimensional requiere atención multilateral del tema de Seguridad, por lo que es necesaria la “promoción de condiciones favorables” en el ámbito nacional, regional y global. México ha firmado importantes acuerdos internacionales encaminados a la consecución del Desarrollo Sostenible.

Para la “Reducción del Riesgo de Desastres 2015-2030” en la tercera Conferencia Mundial de las Naciones Unidas en Sendai (Japón) el 18 de marzo de 2015, firmamos un instrumento para la prevención, preparación y mitigación de sus efectos en casos de desastre.

Somos signatarios del compromiso de Adís Abeba, del 16 de julio de 2015, que plantea modalidades y directrices para movilizar recursos financieros, humanos y técnicos, nacionales e internacionales, para fortalecer las políticas públicas del desarrollo.

En diciembre de 2015, México firmó con 164 países el “Acuerdo de París sobre Cambio Climático”, el instrumento internacional para reducir las emisiones contaminantes y disminuir el aumento de la temperatura global a menos de 2º Celsius para el fin de este siglo.

En mayo del 2016, México fue sede de Trigésimo Sexto periodo de sesiones de la “Comisión Económica para América Latina y el Caribe”  CEPAL, durante el cual se analizó la Agenda 2030 con perspectiva de inclusión económica, con la participaron de representantes de primer nivel de 35 países americanos para discutir propuestas de política a nivel regional y nacional de desarrollo sostenible.

Privilegiando “la estabilidad como primicia para el desarrollo sostenible” de la Agenda 2030, evitando desajustes macroeconómicos, estabilidad de cifras fiscales, monetarias, cambiarias; acelerar el cambio estructural; mantener una Política industrial de mercado.  

Se definieron elementos para la nueva gobernanza internacional: transformar el sistema financiero internacional, mediante el reconocimiento del papel de los países en desarrollo en la reforma de la arquitectura financiera internacional; implementar el acuerdo de París sobre cambio climático; “perfeccionar las reglas de comercio y propiedad intelectual”, reconociendo a la propiedad intelectual como detonador del desarrollo económico y social porque permite “construir sociedades basadas en el conocimiento protegido”; participar en la revolución de los datos y la gobernanza de internet; establecer mecanismos que permitan a los países crear, acceder y utilizar la información para aprovechar las oportunidades que brindan los datos abiertos, y disminuir costos y riesgos mediante una gobernanza eficaz de internet.

Como se puede observar, son muchos nuestros compromisos internacionales vigentes, que vuelven a la luz pública por las recientes platicas y acuerdos con EUA, iniciando el fortalecimiento de las decaídas capacidades nacionales, para atenderlos debidamente.

El enfoque multidimensional de nuestra Seguridad Nacional no puede quedarse atrás en este esfuerzo revisionista de su marco conceptual-normativo, procesos operativos como el Sistema de Seguridad Nacional y el Sistema Nacional de Inteligencia; quienes conservan en la norma jurídica escrita su finalidad de salvaguardar nuestro proyecto de nación, convergentes con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. Deben recuperarse por el bien de México y los mexicanos.